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ALBERTO VÉLEZ
( Colômbia )
Medellín, Colômbia, 1957.
Advogado formado pela Universidade de Antioquia, Alberto Vélez é juiz há 20 anos. Com apenas três esbeltos livros publicados em quase trinta anos, Alberto Vélez pode ser considerado um poeta 'estranho', apesar (e por causa) da qualidade formal, quase conservadora de sua obra (é um fiel e dedicado leitor do Século de Ouro espanhol , e também é resistente a alguns dos movimentos experimentais de vanguarda do século XX.
Seu livro Para olvidar de memoria recebeu o Prêmio Nacional de Poesia daquela Universidade em 1982 . E com o livro Ávida palabra recebeu o Prêmio de Poesia Latino-Americana da Revista Plural do México em 1987.
Livros de poesia: Habida palabra (1987); Voces de Bagui (2004).
TEXTOS EN ESPAÑOL - TEXTOS EM PORTUGUÊS
MUESTRA DE POESÍA DE MEDELLIN 1950-2011. Carátula: Germán Londoño. Medellín, Colombia: 2011. 381 p.
ISBN 978-958-44-8484-0 Ex. bibl. Antonio Miranda
BÚSQUEDA
Bajo el turbión, busca el alma perdida.
El tiempo ha pasado desde cuando
Se masturbó por primera vez en el bosque de robles.
Los años le trajeron mejores sensaciones
Y ansias más urgentes.
Aunque nunca revivió con tanta intensidad
Ese pensamiento de haber cruzado un
Umbral cubierto de flores.
Ahora es viejo.
Desconfía de todo, murmura, aborrece los
Días soleados y las fiestas.
Bajo el turbión, se encuentra, sin embargo,
E inicia una morosa búsqueda de su alma,
Que nunca ha estado lejos, así él lo ignore.
LAS HERMANAS
La fatiga de vivir no las acosa
Ni el placer las alivia.
Acaso imploran a su Dios
Más vida para odiar más largo.
Quizás sueñan con pequeñas venganzas.
Están viejas. Más que nunca.
La belleza les es ajena.
La miseria les muerde las carnes y las ropas.
A sus ojos, a sus oídos nada escapa.
Tienen la ilusión de herir.
A nadie dañan. Son sombras.
No abandonan la ventana de la casa,
Desde donde el mundo es pequeñito,
A su imagen.
ORACIÓN
Poco te pido hoy, Señor,
Que haya paz
Entre mi corazón y el día.
MI PADRE
Lo vi durante años hacer el mismo gesto.
Envejeció él,
No es gesto, que siguió siendo joven.
Lo pienso y un escalofrío
Me recorre.
¿Seré yo así?
¿Me habrán visto los otros envejecer
Mientras un gesto mío,
Cualquiera,
El más pequeño,
Conserva su frescura,
Me roba la juventud
Que me abandona?
RETRATO
Está sola.
Se acaricia la cara con una mano fría, y fuerza una sonrisa,
Qué cansancio.
Que pesada es la hora sobre su espalda.
Se dobla, se refugia en su carne temblorosa.
No es la soledad a lo que teme
Sino a esos encuentros necesarios que
La golpean con apretones de manos, risas,
Chiste, opiniones.
Quisiera tanto estar viva. Pero no puede.
Un día y otro el trabajo la devora,
La aplasta contra sus propios huesos.
Si pudiera volar, cerrar los ojos y
Convertirse en lluvia, en viento,
En niña de nuevo.
Pero está sola. Y no sueña.
Es cansancio baja desde sus mejillas carne abajo
Y la abate,
La hunde en un sollozo gutural
Que la desnuda.
MEMORIA
El mundo entonces eran las muchachas.
Los senos tenían nombres. Y las horas.
A veces, el sueño estallaba en nuestras manos
Y las ingles se inflamaban de un licor espeso,
Regalo de los dioses.
Mañanas y noches de la carne,
Cuerpos cayendo por el fin del tiempo.
Fueron largos los insomnios.
Sin descanso, la sangre fluyó hasta nuestros miembros
Y faltó el aire para un deseo que no cesó ni esperó tregua.
Y los muchachos de entonces
alardeamos de las batallas que perdimos.
VIII
Hoy he visto una foto en la que tienes
Sombrero, pantalón remangado y caña de pescar.
Estabas feliz, como si el mundo todavía
No existiera.
¿Qué pensabas esta tarde de risas?
Al verte en la fotografía,
Un puño se cerró sobre mi corazón.
A mí me alimenta la ocasional tristeza
De verte desde la perspectiva de los años
Como un hombre joven, inmune a las tormentas
de la noche.
O como un anciano derrotado por la luz,
Con la fatiga de Dios sobre sus hombros.
¿Pensabas en qué esta tarde,
En quién?
TEXTOS EM PORTUGUÊS
Tradução de ANTONIO MIRANDA
BUSCA
No temporal, busca a alma perdida.
O tempo passou desde quando
Se masturbou pela primeira vez no bosque de carvalhos.
Os anos trouxeram-lhe melhores sensações
E ânsias mais urgentes.
Embora nunca tenha revisado com tanta intensidade
Esse pensamento de ter cruzado um
Umbral cuberto de flores.
Ahora es viejo.
Desconfía de todo, murmura, aborrece los
Días soleados y las fiestas.
Bajo el turbión, se encuentra, sin embargo,
E inicia una morosa búsqueda de su alma,
Que nunca ha estado lejos, así él lo ignore.
AS IRMÃS
A fadiga de viver não as acossa
Nem o prazer as alivia.
Por acaso imploram ao seu Deus
Mais vida para odiar mais tempo.
Talvez sonhem com pequenas vinganças.
Estão velhas. Mais do que nunca.
A beleza resulta-lhes alheia.
A miséria morde suas carnes e as roupas.
Aos seus olhos, aos seus ouvidos nada escapa.
Têm a ilusão de poder ferir.
A ninguém causam dano. São sombras.
Não abandonam a janela da casa,
De onde el mundo é bem pequeno,
Á sua imagem.
ORAÇÃO
Pouco te peço hoje, Senhor,
Que haja paz
Entre meu coração o dia.
MEU PAI
Eu o vi durante anos fazer o mesmo gesto.
Ele envelheceu,
Não o gesto, que continuou sendo jovem.
Eu penso isso e um calafrio
Me percorre.
Serei eu assim?
Me viram os outros envelhecer
Enquanto um gesto meu,
Qualquer um,
O menos deles,
Conserva sua frescura,
Me rouba a juventude
Que me abandona?
RETRATO
Está só.
Acaricia o rosto com a mão fria, e força um sorriso,
Que cansaço.
Que pesada é a hora nas suas costas.
Se dobra, se refugia em sua carne tenebrosa.
Não é a solidão o que teme
Senão esses encontros necessários que
O golpeiam com apertos de mãos, risos,
Piadas, opiniões.
Gostaria tanto de estar viva. Mas não pude.
Um dia e outro o trabalho a devora,
Esmaga-a contra seus próprios ossos.
Se pudesse voar, fechar olhos e
Converter-se em chuva, em vento,
Em criança outra vez.
Mas está sozinha. E não sonha.
O cansaço desce desde suas bochechas carne abaixo
E a abate,
Afunda-a em um soluço gutural
Que a desnuda.
MEMÓRIA
O mundo então eram as garotas.
Os seios tinham nomes. E as horas.
Às vezes, o sono estalava em nossas mãos
E os pelos se inflamavam de um licor espesso,
Presente dos deuses.
Manhãs e noites da carne,
Corpos caindo até o fim dos tempos.
Era longa a insônia.
Sem descanso, o sangue fluiu até os nossos membros
E faltou ar para um desejo que não cessou nem esperou trégua.
E os garotos de então
alardeamos as batalhas que perdemos.
VIII
Hoje eu vi uma foto em que tens um
Chapéu, calça arregaça e cana de pescar.
Estavas feliz, como se o mundo ainda
Não existisse.
Qué pensavas naquela tarde de risos?
Ao ver-te na fotografia,
Um punho fechou-se sobre o meu coração.
A mim me alimenta a ocasional tristeza
De ver-te desde a perspectiva dos anos
Como um homem jovem, imune às tormentas
da noite.
Ou como um ancião derrotado pela luz,
Com a fadiga de Deus sobre seus ombros.
Pensavas em quê naquela tarde,
Em quem?
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Página publicada em janeiro de 2023
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